La clave del éxito profesional o personal consiste en plantearse metas, ya que esto brinda claridad en lo que se quiere lograr y, por consiguiente, propone una guía y acciones concretas para conseguirlo. Al hacerlo, se toma el control de la dirección del cambio que se desea conseguir.
La elaboración de un plan de carrera es un proceso muy importante, en especial en etapas de transición. Ayuda a definir intereses y expectativas, así como, evaluar habilidades y trazar un proyecto para alcanzar los objetivos profesionales. Es común, que, en momentos de incertidumbre, sobre todo si se trata de un cambio laboral, no se tenga muy claro cuál es el siguiente paso en la carrera profesional.
La fijación de metas, por tanto, constituye un componente fundamental para realizar un buen plan de carrera. Esto se logra, en primer lugar, a través del autoconocimiento, es decir, definir cuáles son los intereses laborales, qué actividades se disfrutan más, que competencias se poseen o necesitan potencializarse. Con esto se tendrá una base sólida para poder comenzar a redactar cuál es el proyecto de vida profesional.
Una vez definido esto, se debe saber perfectamente cuáles son los objetivos, el plan de acción e incluso definir tiempos para conseguirlo. Las acciones que se tomarán, para lograr las metas, son de suma importancia ya que permite concentrar y guiar la energía y atención hacia ese objetivo en particular.
Una meta se caracteriza por ser clara, concreta y específica; da sentido y propósito a la vida. No importa si ese plan de acción que se ideó en un principio no funcionó, ya que muchas veces puede ser que se logre por otro camino; la clave es ser paciente y nunca perder de vista el objetivo o propósito planteado.
Cuando se realice un plan de carrera profesional, el participante siempre debe preguntarse cuáles son aquellas actividades que más disfruta hacer, las que le producen más satisfacción, ya que será mucho más fácil conseguir lo que quiere porque es su pasión.
No sólo durante una etapa de transición, sino a lo largo de la trayectoria profesional, se La puede reevaluar este plan de carrera y modificarlo de acuerdo a intereses, a la etapa de vida que se está viviendo, y sobre todo tomando en cuenta los demás ámbitos como el personal, familiar o social.
Por tanto, si se reconocen claramente los intereses, habilidades y aquellos aspectos en los que se debe mejorar, se podrán establecer metas más claras y realistas, enfocar la atención en aquello que de verdad se desea y darle un verdadero propósito a la vida no sólo profesional si no personal.
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